A. Martinez

Extraña espera.

Espero, a ésta distancia,
cosido frente al mar
y su sombrero de cielo
sentado a tres horas de tu aliento.


Extraño, las voces mezcladas,
el quejido del colchón,
nuestra corteza de sábanas,
blanca marea dibujando
el oleaje de los cuerpos.


Espero, con estos brazos largos,
los de abrazarte riendo,
extremos de sueños tiernos,
con su música viajando
escondida tras los versos.


Extraño, la respiración discreta,
y los besos aspirados
en la luz de aquel silencio,
calma enfurecida y fragil,
cincelada con lápices de tiempo.


Espero, con mil palabras no natas,
un cinturón de anhelos en el pecho,
el deseo del descanso inquieto
junto a tus ojos voraces,
de primigenios conciertos.


Extraño, la despedida del sol
sobre tu espalda curveada,
tus manos dormidas en mi cara,
los \"te amo\" sigilosos
gritados por las miradas.


Así voy viviendo, entre cortinas
de nubes, y relojes muy hambrientos,
mientras, te espero y te extraño,
mientras, te extraño y te espero.