Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Abril del 2010.
Roberto Reyes Cortés.
5º.reyes.
LA PARTIDA.
Mil veces grité tu nombre
queriendo el corazón romperte
te llamé con todo y finalmente
solo conseguí perderte.
Fueron tantas noches de amor,
cuanta locura ahogo mi mente
al nacer el día o al filo de las noches,
atado al frágil cairel de tu cintura.
Adonde quieras ir iré contigo
una vez te lo dije y aunque me muera,
viviré hundido en tu regazo,
haciendo de mi vida eterno abrazo.
Amaré tu mirada, la boca , el pecho
te besaré con profusiones adheridas
al rojo calor de caricias encendidas,
envueltas en tibias sábanas del lecho.
Cuando de la casa tengamos que partir
despedida no será de dos sino de uno,
tomaré tu mano y buscaremos el final
que conduce a los rumbos de la nada,
en un abrazo eterno, indisoluble,
para terminar juntos la ruta comenzada.
No se si este pobre verso hoy suena triste
o si es una cursi reflexión de noche inerte,
pero lo estoy escribiendo de la pluma al ristre
al asomo del frío fantasma de la muerte.
Dicen que los viejos duermen poco,
porque repasan sus recuerdos en la noche,
simples filmes son de los días transcurridos
o dolorosas ausencias de amores ya perdidos.
Mañana volveré de nueva cuenta
a rogar que me quieras hondamente,
y a tu alma pediré de nuevo sienta,
el amor que deje ir cuando te fuiste.
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