25.

Mi verdad

Tan verdadera como mentirosa, así la considero. Ruidosa y callada, sencilla, tan perfecta que a veces asusta, impresionante y solitaria, quizás perdió su rumbo y por eso se esconde, nadie lo sabe.

 

Se considera una leyenda entre miles, delegada de un poder que augura malicia pero aún así solidaria con el propio dolor del mañana que aún hoy hace ilusiones a la vida. Probablemente grita pero nadie la escucha, su opinión está perdida entre claveles marchitos y aún consiguiendo rozar el más profundo placer con su ausencia, llora. Se defiende ante el equívoco sentimiento de felicidad que a veces encuentra entre mitos con sueños verdaderos, en donde moralejas hayan bienestar a pesar de estar vacías como entierros.


Se ve sola y encerrada, empuñando el arma de la suerte que a veces lamenta ya que en suspiros la pierde, como cuando carece del amor que un día le fue otorgado dejándola vivir en mundos imaginarios en donde halaga morir tranquila sabiendo que no existe esa posibilidad.