Santiago Miranda

Amitriptilina

He entrado a un espeso sueño
en el cual la consciencia
se conecta con otro tiempo
más lento que el segundo
al segundero más lento que
la luz en el trayecto a la
foto fobia distante

 

He entrado a un sueño
tan similar a esta vaga vigilia
que casi no he distinguido
las huella mnémicas o
ctónicas con las que he sido
marcado hasta el cimiento

 

He entrado en un abrir
y cerrar de mundos, el peso
de mi cuerpo se disipa en el
respirar del tiempo, aquello
que ya ha visto todas nuestras
muertes y no aun del todo el
nacimiento, soy todos los que he
sido en este momento, mi pensamiento

 

Un pensamiento que se apaga
de poco a poco y las imágenes
emergen de alguna parte, ambos
ya nos preguntamos antes, ¿Dónde?
¿era en mi cuarto o el tuyo, era
tal cuerpo la extensión del nuestro?

 

Allí jugamos y reímos, nos perdimos
en un juego eterno y aprendimos
a controlar el llanto y leer las claves
de los sueños en el cielo, recuerda;

 

El color madera de un sol opaco y
el frutal aroma cítrico de un beso
un campo verde como los mares sin el velo
al silvar las hojas, de todos el vuelo, parto

 

De todos los idiomas que han muerto
muero en la búsqueda escasa
contra el vivir del absurdo
al sentido común del espíritu
universal como este sentido
común que de común poco
tiene y de sentido, nada

 

Entrar de un sueño para salir
a otro /EXIT: EL SUEÑO NO EXISTE/
es una ficción constante
/ Tú eres el sueño/
similar al río cuya superficie
el filo de la navaja cortar no puede
y los sedientos bebes y nunca dejan
de sentirse plenamente colmados, mañana

 

He entrado al tejido del relato
donde los eventos conllevan
a los desenlaces más recónditos
he sido curva he sido trazo
el personaje de un sueño
como el tuyo, despierta
esta noche, conmigo

 

Comulgo con los químicos, de nuevo
ciudanauta de la experiencia, todo viaje
es un riesgo y yo corro con mi suerte
propia luz, porque lo que arde
necesariamente muere un poco