opiatil

Lopevegano

Fuente es de mis delirios la obsecuente

mirada, que os persigue en cualquier parte,

cual gerifalte en caza.  Extraño arte

el vuestro, que sojuzga así mi mente.

 

Es vano huir, si estáis en mí presente;

una impía reina sois, cuyo estandarte

sobre mi ser campea, y que reparte 

mis sueños, cual despojos, fríamente.

 

Como haría un pecador arrepentido,

relatando de un clérigo al oído 

sus faltas, hoy suplico a Dios perdón.

 

Mas si fue el adoraros yerro grave,

en vuestro cruel desprecio, bien lo sabe 

mi alma, he de encontrar la absolución.