Jesús Alejandro Escudero

Belleza del páramo

¡Chale!, señorita.

La he visto en un páramo

lo que le sigue de bonita;

mientras el amor andaba buscando.

 

Se veía rechula 

con su cabello güero

y sus ojos que deambulan

de terreno en terreno.

 

Güerita

de linda sonrisa.

 

¿Quién soy yo para cortejarla?

Sólo soy un indio pata rajada

que no tiene ni donde caerse muerto

y que va siguiendo el viento.