Francisco 1987

Desertores de la ciudad

no temas de mi violencia
que no dañará ninguna malsana cofradía
aquí no vale repetirse
en cada paro cardiaco
silabiando , por aquí y por allá
entrelazas las malsanas intenciones
con los lentes de sol en la cabeza
avanzo por calles ciegas
y no volteo, ya que nada debo

nada debo, sin par de libros
para la noche, sin insinuar
los errores que contaminan
la ciudad