Laura Fynn

¿Y si me olvidas primero?

Antes de dormir me acechan terrores nocturnos.

Son monstruos invisibles, mis propios demonios

Traicionan mi calma y me encierran en mi mundo.

Hacen que recuerde días llenos de júbilo

que acabaron con tu ida, y ahora

invaden mis pensamientos con el rostro tuyo.

 

Entonces la curiosidad me aflige, y pregunto

¿qué pasaría si me olvidas tú primero?

¿Sentiría alegría porque ya no sufres por lo nuestro

o rompería en incesante llanto?

 

Mientras el dolor me abraza inconsolable,

¿tú de todo te habrás desecho?:

De cada recuerdo, presente, gesto, detalle,

foto y mensaje… ¿Y estarás satisfecho?

 

Pero, si yo te olvido primero,

habré dejado atrás los silencios; las risas;

los besos; los sueños; las lágrimas; las caricias,

¿y dejaría de afectarme por entero?

Aun cuando mi consciencia está impregnada

de ellos, ya no podrían significar nada.

La lluvia, la brisa, el mar y el cielo

cesarían de evocar en mi memoria tu nombre.

Después de todo, no serías más el hombre

que en mí provoca taciturno desvelo.

 

¿Y si me llamas?, ¿y si yo te llamo?

¿Tu voz será apacible y tu corazón agitado?

¿Tus nervios te harían sentir condenado,

o atenderías calmado y seguro a rechazo?

Mi garganta sería el refugio para cada palabra,

así como mi cuaderno lo es de mis versos.

Aunque quisiera expresar esos sentimientos,

mi boca posiblemente no se abra.

Yo no te necesito, pero te quiero

y solamente por eso, espero

prontamente llegar a olvidarte.

 

El dolor no ha de ser duradero,

por ello soportaré a mis demonios.

He decidido olvidar lo que nosotros

pensábamos que sería eterno.