Oscar julio mendez soto

Sentimientos y palabras.

 

Un nuevo día que inicia, un nuevo momento en mi vida, con todas esas cosas simples, y en un continuo aprendizaje con palabras e imágenes de mágicos colores y cargado de sentimientos, empiezo a sentir y a pensar en positivo y en presente, haciendo tantas cosas por instinto, otras por la razón y otras por el corazón.

Viviendo como niño los buenos recuerdos de mis momentos en familia, los de mi barrio perdido en el tiempo aquel de mis años nuevos barrio querido de calles dibujadas en los recuerdos de tantos caminantes, la Dolorosa, de mi escuela Juan Rudín con tiempos de cantos y juegos de niños buenos, llenos de esperanzas y sueños.

Tiempo que me hizo crecer sin demora y sin pausas, y aprendí a vivir con el paso de mis años, mi capacidad de sentir fue madurando tanto que a veces perdía la conexión entre lo que pensaba y lo que sentía, y esta conjunción se convertía en una sola.

Pasaban las horas, y mi vida en ese estado despertaba mí emociones y escuchaba las palabras en mi mente, que le daban significado a cada momento de mi vida.

Muchos de esos instantes me sacaron una sonrisa, otros una lágrima, algunos confunción o desanimo, muchos esperanzas y deseos de logros mayores.

Han pasado los años llenos de palabras y emociones.

Palabras que definen lo que pienso y siento, la realidad de mi vida y de mi mundo, con mi imperfección, y con una afinidad universal pura y fuerte con los demás, pero con mi forma de ver la vida.

Todo ha sido una mezcla de sentimientos encontrados, de amores y odios, de momentos buenos y malos, de gritos interiores de esperanza.

Soy una vida como todas, humilde loca y enamorada, que a veces le da por escribir entre puntos y comas, con puntos suspensivos, todo lo que piensa y siente.

Con mis palabras, intento escribirme y darme con significado y emociones, tratando de lograr lo mejor sin ser perfecto, así de simple y de sencillo luchó día a día por escribir con estos pequeños pensamientos el deseo inmenso de una vida buena para todos, con la esperanza de poder escribir algún día mi mejor historia, en el libro humilde y sencillo de mi vida.

 

OSVI