ALEJANDRO DE LOERA GARCIA

EL CORAZON Y LA ROSA.

Él siempre fue perfecto
en el arte del amor,
porque llevaba en el pecho
un sincero corazón.
 
Ella siempre fue la rosa
más hermosa del rosal.
No había quien pudiera
mirarla sin suspirar.
 
Él amaba su belleza,
ella quería querer.
El la amaba solo a ella
pero no era para él.
La belleza de la rosa
y el amor de un pecho fiel,
suelen dar por resultado
de los dolores, el más cruel.