Araceli Vellber

35.

Te quedas fija en sus labios

como las más increíble equilibrista

y eres capaz de hacer estallar todos los nudos

con un solo movimiento

y entonces yo me derrumbo

como las hojas en Otoño,

lentamente, hacia tus sueños

y tus sueños. Se desvanecen entre mis manos

y despierto,

encerrado en una jaula, sin barrotes

intentando alcanzar tus labios

y ponerme a salvo.

Mientras tú mantienes tu boca abierta,

mis labios se cierran,

como se ciernen las nubes al Sol. Oscuridad,

y tener que leer en los ojos más alegres que conozco

y tener que mirar a través de los más tristes

y tener que oír las canciones más hermosas

y tocarme interpretar las más aburridas.

Tienes tú, en mí, el poder

de hacer desaparecer los botones

y romper cremalleras.

Bendito poder.