Hermann Garcia

Yo

Girando en torno de ti

me declaro ante tus pies

tal cual súbdito cruel e hiriente

 

Confesarte las tragédias de mi vida

compartirte los gozos de mi ser

clarividencias medulare

desenvocan es este torbellino de torpezas

 

La estupidez

que todo lo reina

deambula por las sombras del amor

y le confiesa al oído su deseo por él

 

Cicatrices, desvelos, gritos, glorias y errores

pasean juntos

de la mano

queriendo jugar a las adivinanzas

 

Cometer el asesinato perfecto

no dejar huellas

respirar temor

glorificar el alma

 

La sarta de ideas

el dictado de mi otro yo

el dejar escapar mi mente

y transformarme en él

es el mayor de mis temores

 

La esquizofrenia de este día

el deambular por la calle

sin mirar rostros

cuidándome de los autos

cargando el paragüas

sabiendo que la lluvia no acudirá a mi

ingresar al recinto sagrado

ver la multitud que se aglutina en un sin fin de idioteces

caminar hasta el final

y detectar a otro pérdido

con ganas de ayudarme

siempre es así

nos identificamos de inmediato

da ayuda que núnca pedí

se como hacerlo

se las poses, la mirada, el desdén

la mirada perdida 

de cachorro inocente

cuando realmente es el lobo quien actúa

sabedor que el trámite no concluiría hoy

pedir auxilio a mi amiga

sabiendo que no podrá hacerlo

incluyendo la realidad del fin.

 

Convencido del regocijo 

sabiendo que borraría el amor

pero el saber que lo verás es excitante

el creer que sabes como funciona mi mente

por el solo hecho de leer estas letras

de como nacieron 

como se acomodaron 

y cual fue su fin.

 

Re leerte

Desvestirte

Ignorarte

 

Lo más profundo de mi ser te idolatra

pero sigues sin responder a mis súplicas

que se desvanecen es tu figura

cada vez más bella

sabes mi sufrir

pero finges el más rotundo silencio

caminas desamparada

esperándome

sabes que llegaré

estoy muy próximo

soy vigilado

por la conciencia

por la traición

por la culpa

 

Te deseo

aunque, sabes bien, no lo merecemos

 

Pasar el tiempo en este teclado es divertido

más el saber que me lees

aunque

el destino se empeñe en negarlo

se que es así

y ustedes mis cómplices

siempre junto a mi

callados

felices

abrumados

 

La sencillez acude tarde

la alegoría de los asteroides disimulan

¿Por qué inventar frases tan raras?

El sembrador del viento

el principito

Alicia

Sidhartha

siempre funcionan para mi

sencillez, escrutinio y realidades fantásticas

inmersas en tí...