Dentro de mi cabeza, un sin fin de mareas me inundan.
El agua está al borde del abismo, llenando cada rincón de mi ser.
No sé qué hacer, no sé a dónde ir. No hay escape.
Dudas emergen como salvavidas, como flotadores, pero al tiempo
se desinflan y regreso a hundirme.
No puedo respirar, el agua ha ingresado en mi interior,
es inevitable sofocarme, es inevitable morir.
UZIEL PALACIOS