Tan dispareja
 Como los mismos dedos
 O como las mismas nubes.
Tan desigual 
 Como los colores de las alfombras 
 O las arenas del mar.
Cuando su día amanece
 Después del mío,
 Y el reloj marca las tres.
La carcajada
 Alcanza mis oídos 
 ¡Ah! y ese abrazo para mí.
Tan ella, tan ella misma
 Cuando habla
 Serpentea la alegría de la vida.
Su presencia es infinita
 Tan única entre todas
 Simplemente ella.