damian flores

Una herída...

Miro al horizonte

al final del día,

veo un ave blanca

que vuela rasante

La miro un instante,

le noto una herída

en su ala izquierda

pero sigue el vuelo,

¡es perseverante!...

¿ sería un cazador

tal vez el causante?

de aquella desdicha,

de aquel mal instante,

que cuasó la herída,

que infligió el dolor

Pero el ave sigue,

volando muy bajo,

como si elevarse fuera,

un enorme esfuerzo,

una gran hazaña,

que logra y persigue

Por eso al \"querer\"

ser un cazador

se debe apuntar

siempre al \"corazón\" 

para herídas nunca

tener que causar

y luego de nuevo

tratar de sanar

porque las herídas

causadas con saña...

nunca sanarán,

por toda la vida...

en el corazón

de la que se engaña...