rosamaritza

EL RITMO DE SU MELODIA

Y que te puedo decir, ha pasado mucho tiempo desde tu última visita.  Solo imagina un mueble más en la casa y te estoy hablando de un mueble que camina de aquí para allá sin pronunciar una sola palabra, y claro puedes dar por descontado que no escucha o mejor dicho no quiere escuchar.  Al parecer se ha borrado mucho antes de ¡esfumarse, desaparecer!, ¿si me entiendes?, al igual que un fantasma se ha hecho invisible. –“Si que te entiendo, es increíble que esto este pasándole, siempre extrovertida y dispuesta a compartir, y esto se veía venir, mas de una vez por momentos se aislaba estaba sin estar realmente, y esto ¿Porqué?  Pues tendrías que preguntárselo a ella, y ahora es igual que hablar con la pared, he intentado mil y una forma de hacerla regresar pero es inútil.  Chico ni la música que tanto escuchaba, mas de una vez se quitaba las sandalias y bailaba sin parar, uno a uno nos invitaba a seguirle y bueno ya sabes la mujer contagiaba no se puede negar, y cuando decía a reír pues era hasta el delirio, mas de una vez de tanto reír las lágrimas no las podía contener, hasta el punto que ya no sabíamos si lloraba de la risa o ahora simplemente lloraba por que sintió la necesidad espontanea.  –“Si eso ultimo que has dicho, espontanea para decir lo que siente a su manera, al que le guste y al que no le guste también.  A veces creo que sufrió la perdida de algo o alguien muy preciado para ella, y quizás entre tantas interrogantes, fue difícil aceptar el cambio que aquello genero, se han suscitado muertes familiares y de amistades, y aquel libro o el anillo que mas nunca encontró, o quizás un amor imposible, cuantas cosas a lo largo de toda una vida”.  Y claro una cosa lleva a la otra, por que si te detienes a pensar lo que a todos de una o de otra manera nos toca vivir, para luego simplemente dejar de existir, pues te provoca mandar todo a la m…, y más aun cuando ya los años se te vienen  encima, es como entregarte mucho antes a lo inevitable.  Mira, allí viene siempre natural y hermosa, cambiemos el tema de conversación, si alguna vez decide escuchar otra vez, quiero que escuche algo que la motive a regresar con todos nosotros.  Tal vez esta canción que siempre la pongo cuando ella entra al salón, era una de sus preferidas y le gustaba repetirla, si quieres puedes saludarla aunque no te conteste, quizás se detenga un momento pero no esperes ni una mirada.  –“Hola mi reina ¿quieres bailar? Y se dejo llevar nuevamente con el ritmo de la melodía entre sus notas de vida”.///

 

Y la vida continúa…