Esteban Mario Couceyro

Romance equívoco entre el mar y la espuma

En el atardecer

con la luna de testigo

mientras el sol moría

despertaba el mar

contra la rompiente

de piedras.

 

Poderoso rugía

de vientos cantados

desde los bosques

más allá de las dunas.

 

El mar sentía

voces de mujer

que acariciaban sus aguas

con promesas

de tomar vida en sus entrañas

……….

de ser madres

de aguas claras

descendiendo en ríos

crecidos hacia ese mar

que los engendró.

 

El mar engañado

en su valor

confundido abrazó

la ilusión

de sus espumas

en esa rompiente

con la luna como testigo.

 

Esa misma luna

que deseó

reflejarse en cada onda

espejada

fosforeciendo las estrellas

dejadas entre la resaca

con los restos

de un naufragio

una botella a medio tomar

varada, entre las pisadas

de un solitario

que deambula las orillas

pensando

en el equivoco romance

entre el mar y la luna

que las nubes alejaban del mar.