DebraOro

HUELLAS MOJADAS

Te vas persiguiendo sueños del norte
librando corrientes, muros y coyotes.
Te vas, un par de ojos lloran tu partida,
te abrazan, besan, curan su herida.
El agobio florece entre sus entrañas,
sabiendo te esperan muy cruentas batallas.
A partir de hoy mirará horizontes,
ansiando el día en que tú retornes.
Tu camino ya se ha vuelto incierto,
lo saben tus huellas probando desierto.
El sol te calcina, tu pecho palpita,
el miedo en tu sangre entero crepita.
Parece que el tiempo se ha detenido,
el hambre y la sed merman tus sentidos.
Extrañan la tierra, la voz que te ama,
un tiro cercena tu piel agrietada.
Se han ido sin más los sueños ajenos,
en el medio día se hace el silencio.
La vida se escurre y lenta se escapa,
en agrestes tierras se entingue tu llama.
Por frías quimeras se truncó tu vida,
en barras y estrellas no tuvo cabida.
Tus huellas quedaron a medio camino,
rasgando un triste futuro perdido.
Tu alma, libre al fin, emprende el vuelo,
donde tu amada y le da consuelo.
Aguarda ansiosa tu eterna llegada,
no sabe ya eres su ángel de la guarda.
¡Que tu muerte evite el origen de otras,
no queden impunes crímenes con sorna,
que pueda tu tierra renacer airosa
y saber que puede brillar por sí sola!