Santiago Miranda

A.A.M.M VI

Orden;

 

Nos confortamos en la calma

De rumiar el tiempo en cada espacio

De silencio, volcados de bruces al campo

Eterno, Escuchamos el arrullo de los ríos

Y las formas del grabado, desarrollamos

Los sonidos y la danza, transcribimos

La tenue forma del amor del fuego

Hacia la noche, nos sumergimos

En los secretos de la luna, vocablos

Mágicos, sobre el viaje intermitente

-Que trataba sobre una ilusión consistente-

Saltamos de un lado a otro, entre vivos

Y muertos, todos fueron conocidos por nosotros

Aprendimos a leer el futuro en las hojas

De bebidas y en las astilla del fuego

 Pero no nos quemamos hasta luego

De ser disueltas nuestras cenizas en agua

 

Cultivamos la belleza que del sol se desprendía

El lirio nutriéndose crece todas las  primaveras

De los podridos pétalos de extintos lirios

Buscamos lo bello antes que lo libre

Por el fulgor de la diosa materna fuimos cautivados

Y el espacio murió fuera de nosotros, nosotros

Hombres sagrados en el silencio, vivimos lo eterno

/antes de aquel doliente parto inesperado/