Caramelo de Ricina

Oro

¿Qué harás conmigo 

cuando el otoño me desprenda prematuramente de tu pecho 

y mi lamento se haga eco de tus pisadas?

 

Si de poesía se trata:

que mi voz recite tus gemidos 

con la profundidad de una quebrada, 

con la paciencia de quien mastica una certeza.

 

¿Cómo me besarás despedazada 

y sometida al antojo del viento?

 

Que te quiero tener en cuatro estrofas sin hacerte soneto, 

y sin rimas,

que el ritmo se ahogue debajo de tus rodillas.