“Viajé en el tiempo por la eternidad/ y me vi cuando era pequeño,/ aún no eras mi realidad,/ pero ya eras mi sueño”.
...me emociona, me acelera el corazón,
vuelve una energía volcánica mi pasión
y las palabras no me salen fácilmente.
Al verte ya no puedo estar en calma…
Tengo el sentir que quema en mi alma
y tu maravillosa desnudez en mi mente.
Tu cercanía a veces me impide pensar
y creo que no es tan importante razonar
si estás cerca y con tu piel, la mía rozas.
Cada vez que te siento hasta he pensado,
que al cerrar mis ojos, así, a ti entregado,
puedo en mi silencio decirte tantas cosas.
Es tu cercanía la que temblores provoca,
tu nombre, bendición perenne en mi boca
no dejo de pronunciarlo y me acompaña;
de amarte soy culpable, es mi veredicto
y mi cuerpo a tu cuerpo se vuelve adicto
y siente urgente necesidad de ti, te extraña.
Tu cercanía es poema que me gusta escribir,
la vida sintiéndote cerca hoy la quiero vivir
pues es vida ver tu desnudez en mis brazos.
Tu cuerpo desnudo, deslumbrante realidad,
que incluso en la más absoluta oscuridad,
me permite ir deseoso detrás de tus pasos.
Tu cercanía vuelve mi mundo gris, risueño;
tan increíble que me hace creer que sueño
y más cuando desnuda, bella, logro mirarte.
Tus senos que bendigan más mi emoción
y ya que te hablo al desearte de bendición,
déjame vivir en ti la bendición de amarte.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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