Layd

.Duende enamorado de la mala vida.

Como duendes de villa acabar,
duermen los viejos árboles, sueños de viajar,
no son las manos vacías las que van de largo,
son los golpes de tierra en la vida que amo.

 

Mísera vida que me adormece y adoro,
míseras sonrisas que finjo y adorno,
donde halla licor hay cigarros para fumar,
donde hallan sueños ajados hay voy a esperar.

 

y el duende maltratado y feo toca su guitarra,
ya viene con sonrisa macabra, un trago de whisky y otro de ron,
mientras se viste de marrón las imberbes carisias de noche,
las gatas de olor a Pacioli y a te quiero que salen de tacón.

 

por los catorce cuervos, empieza a sonar la trova del necio de Rodríguez,
hay cientos de raíces en esta silla con alas frías y noches largas,
quizá uno de sabines o de Joaquín, sirva para la garganta calentar,
basta ya, esta niebla es para inhalar estas vísceras se supone que son para amar