Max Hernandez

VĂ¡monos al cielo...

— ¿Me has extrañado?

«Claro que si, te extraño todavía en estos momentos,

Extraño tus palabras, tus risas, tus silencios,

Y sigo extrañando todos y cada uno de tus tiernos besos»

 

— Sigues tan romántico como siempre...

«No soy yo, eres tú quien estimula mis deseos,

Eres la fuente inagotable de mis versos,

Eres eso y mas... Aunque ahora sólo seas un recuerdo»

 

— Yo sigo aquí, sigo contigo, sigo a tu lado...

«Y yo te siento a cada minuto, en cada segundo

Siento tus manos en mi cabello, siento tu aroma

Siento tus labios, siento tu hermoso y delicioso cuerpo,

Pero más siento aún, que ya no te tengo»

 

— Me tienes aún, sigo siendo tuya, te sigo perteneciendo

«Solamente es esto un agradable, pero cruel, sueño

Te tengo nuevamente en mis manos, eres mía de nuevo,

Puedo sentir tu aroma, siento nuevamente tu cabello,

Y siento el roce de tus labios, Oh, mi Dios, siento un beso!»

 

— Abre los ojos, estamos juntos de nuevo...

«Te amo! Nunca dejé de pensar en ti,

No dejé de hacerlo, ni por un sólo segundo, desde aquel momento

En el que partiste de mi lado, y me dejaste en desconsuelo,

Y sólamente la fría y solitaria piedra recogía mis lamentos»

 

— Bailas conmigo? Vamos, baila de nuevo...

— Toma mis manos, movámonos nuevamente al ritmo de un vals

como en aquel dulce momento, cuando por vez primera,

Nos entregamos a la libertad y pureza de nuestros sentimientos.

— Baila conmigo. Llévame otra vez a volar por los cielos...

— Bailemos nuevamente juntos, y disfrutemos del paraíso, de nuevo...

 

— Te amo.

— Yo te amo más, nunca dejé de hacerlo... Nunca pude dejar de amarte, ni siquiera sólo por un momento...