“Aunque entre nosotros hay un mar/ de recuerdos por lo vivido,/ pareciera que la vida nos lo quiere cambiar/ por océanos de olvido”.
Bajo la lluvia las lágrimas no se notan
y para definir lo que siento se agotan
muy rápidamente todos los adjetivos.
Tanto tiempo ya ha podido transcurrir,
tantas cosas entre tú y yo podrían morir,
pero mis sentimientos están muy vivos.
Camino por el parque con mi sombra
y hasta me parece que ella te nombra
y que tanto como yo o más, te extraña.
La lluvia arrecia cada vez más, no cesa;
la brisa me parece tu boca que me besa,
pero esta brisa malvada me engaña…
Me he tenido que acostumbrar a mi soledad,
no se puede actuar en contra de la realidad
y mi realidad tan sólo me dice que no estás.
En medio de la lluvia me parece verte venir,
llueve mucho y mojado no puedo escribir
y a veces hasta me provoca no escribir más.
Veo que se ha mojado mi sombra también,
pero ella está como yo, no se siente bien
porque estar bien sin ti es algo utópico…
El tiempo sin piedad ninguna ha pasado
y eso hace posible que me hayas olvidado
y no me interesa saber si eso es algo lógico.
Aquí hay entre mi sombra y yo en mi vida,
una nostalgia innegable, tristeza compartida
bajo esta lluvia feroz, incesante, insistente.
Yo estoy ahora como este clima, sin calma,
con tu nombre preso en la celda de mi alma
y tus recuerdos atrapados todos en mi mente.
Bajo la lluvia las lágrimas no se notan,
soplan ahora fuertes vientos que azotan
y siento que el corazón me hace un reproche…
Que estoy loco es lo que me quiere decir,
porque nadie mojándose puede escribir
ni puede proyectarse mi sombra esta noche.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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