MODESTOELPOETA1953

LA PENA QUE DOMINA TODAS LAS VIAS. QUE VIVEN DENTRO DE MÍ EXISTIR

 

Sigo viviendo entre los días que el Señor me regala, pero una amarga depresión persigue los socavones

Que el demonio está haciendo, en los cimientos de mi cerebelo y  que sea lo que DIOS quiera!

 Pero me gustaría Vivir en la tranquilidad de mi cama y mi silla imprimiendo, mis sensaciones,                                                                         

 En el  ordenador todos los pasos que dan mis pies sin moverse, por la negación de mis salidas… 

El tiempo  ya no importa, los días pasan  su época

 

Mientras miles de sensaciones  llenan sus horas,

 

Relojes de diamantes,  en otras épocas  de arena

 

Ya  no me importa nada,  ¡mentiras que digo, a solas!...

 

Mi vida es un vaivén voy pasando el día a día, en la amargura de los vagones de mi  tren llenos de poesía,

 A veces de sonrisas otros de pasión y la mayoría de amargura, que se adueña,  de mis sentimientos,                    

 Entre líneas buscando siempre un buen fin, por eso alargo mis historias por los ríos y mares que visito,                

Desde la silla de mi ordenador atreves de internet  así es mi vida,  a  mis 57 años y jubilado,                                      

 Desde hace 3 años por Parkinsonismo y todos los días le doy las gracias Dios,  por dejarme vivir un día más… 

            ¡Salud para todos y a vivir en paz, Dios mediante!

            Dentro de mí, hay un sentimiento muy amargo,

           Que domina la cárcel invisible, e impertinente

           Y me pregunto cada día ¿Porque me estoy ahogando?...

El rio  en donde navego hacia el mar de mis sueños,  se ha  perdido por los mares sin la brújula de mí existir,

Todos los días al despertar me hago la misma pregunta,  ¿dónde estoy,  y que es la vida para mí?

Y así me adentro en el océano por donde se mueven mis sueños  ¡para mí la vida, es un sueño sin cumplir!

Y ahora  voy cuesta abajo y he perdido la ilusión de seguir caminando, en este mundo y no puedo dejar de sufrir…

                                                        Palabras  que se las lleva el viento,

                                                       Cuando las dejo de escribir ¡Dios mío!

                                                       Ayuda al alma que vive mi tormento,

                                                            Ya no puedo respirar, en este laberinto…

      ¡Esta  lectura es real, en los dominios de mis adentros y en este tren no puedo mentir, solo pedirle  a Dios, salud para mí!

        Modesto Ruiz Martínez / viernes, 30 de abril de 2010