luis borda

APOGEO

Ni los sauces, ni los sabios
anunciaban el desvelo,
ni profetas rigurosos 
ni yo lo hubiese imaginado.

 

 

encontré la perfecfición
donde los labios resplandecen
como el sol, donde sus ojos
enloquece mi inconsciente,
y su alma trasmuta mi ser.

 

 

 

observo todo con claridad,
pureza, belleza exhalaba
sin cesar el aire de mis suspiros,
por su presencia observar.

 

 

me desplomo en sus pies
nunca imagine,
como un reflejo en mar lejano
encontrar en lo mas profundo 
dos gotas de agua tan semejantes,
mire en ella y en
si encontré mi alma.

 

 

la simetría era tan precisa
que solo un Dios pudo dejar la
en mi camino,
por que más allá de sus sentidos,
nos conectaban pensamientos
zascandileos y profundos.

 


Es posible percatar
en la distancia de tres continentes
y la visión periférica de dos galaxias
que la intensidad de amar,
quedo inmarcesible 
en su mayor grandeza,
y todo lo que precia ser
su entorno quedo en diminutivo.