Jose Mateos

Un Beso

Déjame ser las pupilas de tus ojos negros,

el blanco bastón que te arrastre fuera de esta monotonía.

Déjame contar mal los pasos entre tu cuerpo y mi profundo abismo,

ser el perverso guía que provoque tu caída.

 

Vuelven a posarse como hojas cayendo en mis recuerdos

aquellas largas noches en que mis labios hablaban pegados a los tuyos,

tan cerca chocaban nuestras palabras

que mi lengua empezaba frases que la tuya terminaban.

 

Déjame darte un beso que te llene la boca y te explote en el pecho.