Fernando Javier Gamero Oviedo

Estás en mis brazos.

 

Estás en mis brazos.

 

Ahora que estás en mis brazos,

no puedo contener mi emoción,

llegué agilizando mis pasos,

para recibirte en la estación.

 

Por todo este tiempo te he reclamado,

ahora ya no sé qué decirte;

con tu cariño me siento alabado

y con mi amor puedo bendecirte.

 

Sé que te sientes apenada

y sientes a la vez felicidad,

el viaje te dejó cansada,

para mi pareció una eternidad.

 

Pero ya estás aquí,

frente a mis ojos,

llena de frenesí,

y tus antojos.

Tus labios carmesí

y mis ojos rojos;

quiero besarte así,

hoy ya no hay enojos.

 

Sé que hay mucho por contarme,

pero lo más importante ahora

es que no dejes de abrazarme,

así se pase el día o una hora.

 

 

Fher

 

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