mcaliano

EL QUINTO MANDAMIENTO

 

 

Tú que hieres y matas, levanta tus ojos al cielo

a el le declaras yo soy pecador, yo soy el causante de ese sacrilegio,

de tantas angustias, de tanto dolor. Busco sin encontrar la razón

por que matas sin ninguna comparación, ¿Qué impulso te obliga hacerlo?

Sin pensar que te estas hundiendo en ese sentimiento no humano

que es la indignación, que tristeza que me das

que por unas sucias monedas o por el uso del poder

hipoteques toda tu vida, no sabes lo que haces.

¿Miraste esas estrellas titilar?

Sin saber donde ocultarse, para que su resplandor no hiera

esa conciencia tuya tan escazas de templanza,

ellas desde lo alto gritan¡..Hombre!...estas viviendo

¡Viviendo! sin corazón.

Me pregunto como son tus horas si tienes alegrías

si cargas sobre tu espalda la cruz de una traición,

que teniendo ¡La vida!

que  a un hermano le has quitado. No sientas hoy el dolor

de ser mendigo de un poco de su amor. Buscas en ti mismo el consuelo

que nadie te puede dar, te niegas a buscar en ti

esa verdad que escondes que solo te sientes hombre

con el arma que esgrimes contra tu propia hermandad.

Desconoces a esa hermana no la sientes, no la amas,

esa hermana es la piedad. No comprendes que no es menos hombre,

aquel que llora, que pide perdón, implora a esa fuerza mayor.

mas hombre que tu que con ese cruel instinto

arrebatas un alma dejas un hogar herido

destruyes el amor y la calma de todos sus seres queridos.

 

 

CatalinaMaria.