Jorge Briceño

Angel

Realmente, vacilaba por las calles,

nada ni nadie, contaba ni siquiera tenia nombre propio.

Nada existia, hasta que llegaste tu...

Angel precioso...

Déjame abrazar tus alas para volar quizas mas allá del cielo infinito,

A veces, mas que todo en las noches, creo ser tu loco, 

con seguridad  y firmeza lo admito.

Porque, desde que te conocí, desde que te ví,

te siento como un angel...

Porque, porque brillas tan lindo mujer...

Quizás como la estrella de mis sueños,

Como el fulgor del oro,

Como el sol ardiente del verano.

Aquel día, ibas con la mirada perdida,

yo, a lo lejos veia brillas tus alas de seda.