Milena Bossio

“MOLLY”



Esa amiga negra y asquerosa que se escabullo por debajo de mi puerta, entrando a diestra y siniestra para abrazar a uno de los míos, como es que no la vimos entrar? O es que siempre estuvo con nosotros sonriendo bajo las tardes grises que en antaño eran días felices, todo se va volviendo oscuro, cuánto tiempo más? No solo el tiempo es la vil despiadada, también esta ella que algunos la mencionan y la aman, solo sé que aspecto tiene, roja como mi sangre, negra como las almas que ésta bien carga, los arrastra cual verdugos tiene a todos tras de ella, burlando a su paso para aquellos que intentan detenerla, y no… precisamente no es de quien crees que estoy hablando, es más fuerte, aquella que mata en vida, ha intentado seducirme muchas veces, como es que logras matar al enemigo sin conocerlo? Pero no… aún estoy a tiempo, aún estamos a tiempo… pero aquellos años que nos arrebató, esos ya no vuelven…


sin conocerla, todos hemos subido a esa ruleta que nos hace parar donde a ella se le antoja, no hay golpes de suerte, las cartas están sobre la mesa, no  hay ganador esta vez, todo queda en casa, todo va quedando en ella y con ella, rojooo… aquel color que voy odiando… la mezcla perfecta del suicidio envuelto de muchos intentos, no es fácil perderla, no es fácil escapar, ya lo voy notando, poco a poco va perdiendo ese aspecto infantil que cargaba con ella cuando la vi una mañana sonriente por mi ventana, tomando aquella forma que te paraliza y te causa amnesia en un instante, a quien vimos aquella vez? A nadie… ignorándola todo el tiempo, mientras nos absorbía sin consultar, ahora se me presenta desnuda y con el aspecto más maduro, pero no menos aterradora y amenazante, golpeando con los días, abrazando con sus brazos de hierro y los ojos rojooos… de sangre brotando fuego, está hecha mierda, como tal perra en celo va tras sus víctimas y los coge desde el cuello, los besa y deja su hedor a infierno, risa y risa, se pasea por mis calles… con una risa no inventada se va a la casa de al lado a arrastrar a los hijos de don Carlos, es que acaso nadie piensa detenerla?

Su rostro deformado esta vez se unió con la muerte, está rondando nuevamente, solo yo he podido verla, está jugando descaradamente con la gente, no le importa si son niños o adolescentes, los quiere a todos, hay demasiado espacio para que lleve a muchos más - me responde - en qué momento se convirtió en eso? Esta saltando las paredes, cruzando los techos desde un delgado filo, jugando con la muerte… pero que bueno seria, que eso hiciera ella y no el menor de los hijos del vecino, está jugando sin suerte, pero está feliz, sonriendo se va para el otro puente, no es consciente… se está yendo con ella, con ella para siempre, pero un grito lo detiene, haciéndole resbalar de la acera y junto con el van cayendo sus demonios, tirado y temblando en el piso, convulsionando su desdicha y profesando ese color del que tanto he hablado, tiene a la muerte presionada desde su palma, bien sujeta como una presa en la que no se sabe quién quiere cazar a quien, no acepta la realidad y con más razón rechaza a la vida, quiere que lo dejen tirado y maldito, será difícil dejar a su amiga de la infancia, quiere morir con ella, aunque sabe que es tan traidora que solo se lo llevara a su casa para encerrarlo por siempre y luego escapara para traer a mas incautos a su lecho.

Corre, corre..!! va tras de cada uno, cuantos rostros reconozco, aquello de los míos sabe muy bien a donde ella no podrá seguirlo, pero el resto qué? Vociferando sus desdichas se arrastran por los senderos del infierno, todo oscuro, todo negro, solo una nube gris va colgando desde su techo fúnebre dándoles la bienvenida a cada uno, solo los gritos llenan ese lugar vacío y frio, mientras van avanzando el olor a rosas marchitas y aquel frio que sentían cuando iban cayendo… van desapareciendo, fuego por todos lados… Ese rojooo gigante y deforme, sentado frente a ellos, y aquella mujer que corría a su lado y les daba alegría por instantes, ahora les hará sufrir por el resto de sus días, o de lo que quede de estos… la sustancia se acabó, ya no hay alegrías y junto a ellos, Dios no existirá jamás.