Jose Luis Posa Lozano

LAS HERIDAS DEL ALMA

Nunca cierran del todo
las heridas del alma,
puede que hasta parezca
que la piel está intacta,
pero al mínimo roce
sangrarán con más saña.

Nunca mueren del todo
los amores que matan,
los que clavan su daga
entre pecho y espalda,
esos qué nos acechan
en las paginas rancias
de un diario mordido
por el polvo y las ratas.

Nunca cierra del todo
la feroz puñalada
que supura en la noche
amarguras y rabia.
Y la piel se desgarra
y los puntos se arrancan
cuando hurga el recuerdo
con su dedo, en la llaga.