Patrick Haroldo

su esencia

Aprovecho las madrugadas
para escribir a escondidas.
Tengo las hojas llenas,
las manos manchadas
y una que otra mentira.

En mi vida: ella era reserva,
yo licor del barato; el mejor tabaco,
era ella, y yo, yo solo un fajo.

Era perversa, seductora...
De las que el mundo devora.
Yo solo verso, inverso en
su mundo terso...

Andaba divorciada de Cupido
con miedo a equivocarse, una vez más.
Yo siempre entrometido
jurando vivir con amor ¡jamás!
Buscando equivocarme de a deveras.

Ella tenía duda
cuando se encontraba
frente a la vida desnuda;
Yo era la gota que emanaba de ella
Que quería huir del cuerpo mío
Cuando ella buscaba refugio para el frío.

Ella, maldita trampa del camino,
Que no cree en final feliz.
Que vuelve al poeta asesino
Y deja de recuerdo la cicatriz...