Esteban Mario Couceyro

Leonor

Ella estaba sentada

en un rincón de la sala

delante del inmenso cuadro

que algunos

miraban, queriendo justificar

comprender

lo que no podían decir

colores, rayas

y una letra A.

 

Ella, inmóvil

con expresión vacía

distante

correspondía a la obra

piernas cruzadas

de negro absoluto

manos detenidas

sobre la falda.

 

Quedé un tiempo

eterno

mirando

cuando ella

en un instante me mira

y se levanta

llegando a mi

preguntando si era yo

el autor

de ese cuadro abominable

que le molestaba

hasta sentada de espalda.

 

Así fue

como conocí a Leonor

mi mejor obra de arte.