silviagarza

APENAS AYER, MI AMOR ...

 

 

Apenas ayer, mi amor, te lo decía ...

qué dicha tan grande, qué maravilla,

encontrarnos ahora,

después de tantos años;

reiniciar con frescura la charla interrumpida,

y sentir que el corazón late

con la misma fuerza, con la misma sangre

de aquellos años mozos,

y que somos los mismos, los mismos estudiantes

colmados de ilusiones ...

con aquellas miradas tan tiernas y largas

que siempre se buscaban ...

con las mismas manos

que nunca se tocaron ... y que ahora se buscan

con necesidad y urgencia ...

sorprendidas.

Apenas ayer, mi amor, me lo decías ...

¡ cuánto tiempo perdido !

¡ cuántas caricias no sentidas !

¡ cuántos besos no dados !

¡ cuántas palabras no dichas !

¡ cuánta pasión contenida !

¡ cuánta ternura, cuántos encuentros

como renacimientos,

que no hubo en nuestras vidas !

Apenas ayer, mi amor, lo recordamos ...

las sonrisas que no fueron compartidas,

el hablar sin reservas

superando esa timidez tan joven

sin caretas ni poses,

con aceptación entera, con total encantamiento,

compartiendo

tiempo y palabras,

por el solo gusto

de estar juntos.

Apenas ayer, mi amor, nos dimos cuenta ...

de tantas coincidencias,

tantas, que no nos eran conocidas,

tantas ... que nos unen

con un lazo fuerte en los pensamientos,

en el sentimiento,

en las sonrisas,

en la pasión que nos mueve,

en la ternura sentida.

Apenas ayer, mi amor, nos alegramos ...

con fiesta limpia,

celebramos en esas horas

que el amor exista,

que no se disuelva en ausencias,

que no sea causa perdida,

y que puedan los corazones

abrazarse mientras vivan.

Apenas ayer, mi amor, nos enteramos ...

de la dulzura inenarrable

que encierran los besos

que se han pospuesto,

del calor igual que tienen nuestras manos

cuando se juntan,

de que nuestras palabras

parecen por uno solo vertidas,

de que hay en nuestros ojos chispitas que fulguran

cuando se miran,

y que nuestros corazones laten

en una misma frecuencia,

la de la Vida.