Norberto p.p.

El primer aliento de mi vida.

 

No tengo otra forma más feliz de imaginar cómo te vieras,
cómo me vieras y me apretaras con tus pensamientos
como con tus brazos estrechas la criatura cara a tus ojos
que ha dado a luz tu sentir, o, en la escalera de estrellas
donde convergen nuestras miradas por un recuerdo grato:

\"Desde aquel momento blanco y suave en
que el viento volaba tu atavío, te quise.
Como la polidipsia al manantial, todo hacia ti me acercó,
y el lunar en tu entrecejo fue el primer aliento de mi vida\".