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Y en quebranto cercó la flor de acacia,
Cuanto! es mueca dañosa de resino.
abrazo, a viejos niños diamantino
dibujo como Uccello tal desgracia.
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Y cerrare los ojos y las manos,
pero si ando en la triste y sola bruma,
y doblada esta tierra que me abruma,
de mentiras, cansada, esta hermanos.
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¿Donde se pierde patria; el horizonte?
¡Tanto! es lerdo el camino como empina,
y me duele el hastío del sinzonte.
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¡Viva! Libre el aliento en la colina,
¡Que no mueran! raíces en el monte,
ni el estío desmaye en noche albina .