Ayer me diste un clavel,
Blanco,
Como el rostro de la luna
Que ante la noche lucha
por luz en un mundo cubierto de,
Silencio.
Y se escuchó la melodía del encuentro
Entre dos notas en la noche disonantes
Bajo la luna hechas una armonía aullante…
“-Hola”.
Hoy me diste una rosa,
Sangrienta,
Con el recuerdo de una luna
Dulce, ahora con pasión, ira
Por lo que bajo la luz se encuentra, y
Amarga.
La noche se atenúa, la luna crece,
Espada que corta el canto con verdad, fría
Que invade, que enloquece, que grita el
“-¿Porque?”
Mañana te daré un lirio,
Bañado,
En las lágrimas de un sueño
Compuesto en un atardecer, bajo la luna vivo
Y en el baile entre la luz y la sombra,
Perdido.
La noche se despide, la luna ante el sol se rinde,
El amanecer anuncia su triste llegada
Donde bajo el sol y gotas de agua, el alma canta
“-Adiós”.