emiliodom

ATARDECER

  Embelesado estoy, escuchando el rumor que viene de esas rocas negras y verdes que rompen el envite del oleaje en la bocana del puerto. En el aire, flota aroma de sal y yodo... Se, que no soy duende, tampoco entiendo de sortilegios y milagrerías, pero seguiré a la espera de ver llegar la lluvia tan necesaria carente de quebrantos. Seguiré junto al mar de día, y por las noches, me impregnaré del aroma de azahar y jazmín del barrio donde resido, hasta que decidas regresar, como hacen las aves migratorias... No se, si podré dormirme ne compañía de la noche joven,  lo intentaré, haciéndolo en silencio al amparo de la sombra.