W. Frías

Amiga mía

Con qué efugios te miro

si me sobras tú como sobran

excusas a la errada palabra,

con qué pretexto me alcanza

para no recibir tus centavos de cambio

que a lo sumo son muchos y tan poco me bastan.

 

Cómo no me voy ofuscar

si leerse no es cuestión y es peligro

si con qué manos te olvido,

si querida amiga mía

ya no sé si te prefiero 

más amiga que mía.