J.C.R

Danza embriagadora

Me acerqué en un prado

de rosas y magnolias

soplando yo al reflejo

de mi pensamiento a mi amada,

como los girasoles tornan al sol

por su luz dada.

 

Llegó la noche,

sintiéndome solo,

frío…. olvidado.

Tomé un respiro

cogiendo una flor.

Pedí un deseo, miré a la luna,

teñidos claros rubios

tocando y soplando

al son del viento.

Me sopló al oído,

mirome a los ojos.

Me sonrió.

 

 Me acerqué a tu velo

y te tomé por la cadera.

Te alcé al viento

como si de un baile se tratase.

Tu cabello se levantaba,

todo estaba por empezar,

cuando el sol salió.

 

Volvieron a desaparecer mis sueños

y a la realidad mi mente entró,

pero fueron los mejores pasos

que con una flor, mi alma bailó.