ErC

Memorias de un obrero.

Gotas, infinitas gotas
can por mi frente,
saltan en mis arrugas.

Se agota el tiempo,
mis músculos cansados,
mi alma llora.

Veo a mis hijos
crecen, vuelan las horas,
el tic tac avanza rápido,
mi tiempo termina,
mis hijos florecen,
yo veo casi nada.

La rutina laboral
traslada a un infierno
mi agotado cuerpo.

Veo a mis hijos dormir
en la frescura del alba,
veo a mis hijos dormir
en el ocaso del día,
¿Cuándo los veré vivir?

Camino lento,
sigo laborando
perdido en este mundo,
cruel mundo
que consume mis ideas,
exprime la vida, mi vida. 

Me quedaré en el camino
envejeciendo, trabajando,
luchando por ver vivir a mis hijos.