Araceli Vellber

33.

La suerte en ocasiones, consiste

en no tener que hacer un esfuerzo para recordar mí nombre,

en un pídeme algo y que pueda dártelo,

en un querer hacer y no tener que hacerlo,

en poder tener lágrimas, en lugar de recogerlas,

en abrir los cajones buscando soluciones

y no encontrarte los problemas.

La suerte en ocasiones

es no tener que fotocopiar a besos tus viejas fotos,

no buscar tu perfume en aquellos armarios,

si no en tus manos.

La suerte es un beso que sale torcido de tus labios

y aparece recto en los míos

o aquel viento,

o rayo de luz,

que hoy, no me correspondía, pero me ha tocado.

La suerte es poder estar de pie, aún soñando

o poder soñar aún estando andando,

quien sabe en realidad donde reparten la suerte,

y en qué consiste,

si no te quedan ojos para observarla.