Serán las horas
serán los días
¿será el tiempo mi consuelo?
Mis albores se funden
en un instante
en el sangriento ocaso
piden clemencia al cielo
por tanto fracaso.
Mis noches inextinguibles
cual pluma arrancada de su ala
se mustian, se cierran
al silencio incansable.
Mis entrañas hambrientas
mastican soledades
queriendo parir una esperanza,
esperanza que no llega
se aletarga en el capullo
de la piel que resquebraja...
Quizá en un nuevo día
mi vida vuelva a renacer.
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick
- Argentina - 10-03-2017
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