mariano777

KUBI

Kubi era un Homo Erectus de un lugar que todavía no era Africa porque Africa aun no existia.

Pero el no lo sabia y faltaban un poco menos de dos millones de años para que lo supiera.

Y tampoco sabia que para sus descendientes mas lejanos existió hace un millón y medio de años, porque el vivia su presente y el tema del tiempo no lo desvelaba y poco lo entendia.

Y a su descendencia no la concebia.

Kubi observaba muy de lejos el gran fuego que habia comenzado hacia muchos soles y no se extinguia.

Lo miraba con el mismo terror y asombro que lo miraban todos los animales.

Pero con mucha mayor curiosidad que cualquiera de ellos.

La visión del fuego le producia espasmos y un sentir muy hondo.

Enfrento el homínido sus temblores con vergüenza.

Y sintió algo que jamás había sentido.

Tuvo deseos de dominar el fuego, asirlo, controlarlo, quería ser el primero en tener a Dios.Nunca lo supo, pero era el primer sacerdote del mundo.

Cada vez que pensaba en el fuego se sonrojaba, sus músculos se tensaban,  sus pómulos se elevaban, su respiración era un viento y sus ojos brillaban.

Queria una cosa inasible, llena de fuerza.

Pero el se habia propuesto conquistarlo para mostrarselo a los suyos.

El Homo Erectus se dispuso aprovechar de la oportunidad.

En un momento irrepetible, único, corrió hacia el borde de las llamas que lo horrorizaban y con  una piedra concava extrajo las brasas sagradas para tenerlas entre las rocas porque caverna todavía no tenia.

Quedo el homínido toda la noche alimentado el fuego.

Nunca lo supo pero era el primer politico del mundo.

La noche entera estuvo al calor de las llamas.

El homínido no se movía y el fuego estaba domesticado. 

Los de la tribu miraban inmóviles. Quien habia dispuesto la inmovilidad?

Era Dios, era el miedoi?

Cuando aparecio el Sol la historia de la humanidad había cambiado.

Flotan en primitivos rituales de muerte las llamas de las teas en las noches serenas.

Solo se retiran los pequeños y ancestrales aprendices de brujos con el canto del pájaro.

...¡llega el Sol!...

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J.M.