Zoraya M. Rodríguez

**-El Frio-**

El Frío



Incesante como la noche,

¡así, es el frío!,

¡penetrante!,

¡delirante!,

álgido como el hielo,

y un cristal de roca en mi cielo,

que conlleva un tiempo,

¡así, es el frío!,

¡una época!,

¡un equinoccio!,

yerto como el invierno,

y un calor en mi infierno,

que no ha dejado de mermar,

desde que tengo uso de razón,

se contempla el más débil corazón,

sucumbiendo en trance,

por el percance,

de vivir bajo el frío,

¡así, es el frío!,

¡hechizante!,

¡electrizante!,

frígido como el refrigerador,

y un pedazo de el no es calor,

porque conlleva el más suave invierno,

y como el calor en el efímero infierno,

que no da ni aturde el más cálido avance,

y con el nuevo sol amanece,

en mi cielo de frío por la noche en eternidad,

que hoy corre a ser infinito,

cuando el frío perdura aquí,

como huella indeleble,

porque el frío arropa,

y es irremediable,

con lo que el atrapa.