¿Por qué seguir un camino de dos cruces que separa
El saber decidir y volar donde lleven tus alas?
¿Por qué no simbolizar la libertad orgullosa
De alcanzar una meta, sin miedo a la derrota?
¿Por qué pensar una y otra vez en caer en un abismo?
¿Por qué en esta vida solo abunda el pesimismo?
¿Por qué no entienden los termómetros de tu fría arrogancia,
Ni saben los kilómetros de amor en la distancia?
Esas preguntas que no tienen respuesta fija
Pero siempre te persiguen allá donde te dirijas.
Pensé que lo correcto era nadar con la corriente
Pero en su defecto hay que aprender cómo hacerle frente.
Todo pasa, mas es el parque de cuando eras pequeño,
Echar de menos ser niño porque ya no tienes sueños,
Sueños que pierdes por miedo a una triste derrota,
Derrota que no quieres por miedo a dejar tu alma rota.
Alma rota que se desprende en más de mil pedazos,
Mil pedazos que no se recogen ni con tus abrazos,
Abrazos que he perdido mas por ellos moriría
En la batalla del Imperio de tu Alenjandría.
Y no sé, si es hora de que emprendamos el vuelo
O, seguir cosiendo la incapacidad de este velo.
Solo veo que el tiempo corre sin mirar atrás,
Y sin que te des cuenta de acaba por engañar.
Solo pido el deseo de no dar tiempo al tiempo
Porque lo único que observa son los cambios en tu cuerpo.
Y solo recordar que queda un beso de clemencia
Y una báscula rota por el peso de conciencia.