Julián Valdés Vásquez

Desdén

Sangre y vaho

derramados a la ausencia,

a tu partida que mis ojos hoy sentencian,

flor de púas tu silencio,

lancinantes dagas tus miradas,

y aunque me has hecho ajeno

a tus inciensos

esta noche de acacios despojada,

labios secos, respirar triste;

laten las vivencias recordadas,

vive aún el corazón que heriste.