Araceli Vellber

A vueltas.

A vueltas.

Ellos tenían un plan,

nosotros ya éramos un plan,

pero las vueltas que da la vida,

todas me sorprenden boca abajo,

lejos de mis sueños,

cerca de los acantilados,

cogiendo el vuelo de los Albatros

envuelto  en las plumas de sus alas blancas

y sus ojos clavados en el océano.

Con las vueltas que tiene La Tierra

siempre me toca, la sombra

y de las vueltas tuyas en tu cama

en esas siempre estoy yo fuera.

Sé que no tengo permiso

para desenredar tú cabello

pero yo por tus rizos vuelo con los Albatros

y por el color de tu carmín, muerdo.

Sé que no tengo permiso,

para mantener sexo contigo,

pero yo siempre me veo dentro.