Luis castro

LOS MISERABLES

Me has pedido prestado,

y el permiso se te ha concedido,

con la condición de que me trates bien.

Y has dicho que sí.

Aquí estoy.

Soy todo tuyo.

 

Y en nuestro encuentro diario,

en la puerta del café mercantil,

con un furtivo beso,

hemos iniciado la unión.

Yo borracho, tú copera.

 

Víctor Hugo:

Los miserables os pedimos vuestra bendición.